Este año, estamos emocionados de llevar a cabo nuestra Posada Navideña, un evento lleno de alegría y tradiciones. Queremos hacer de esta temporada navideña un momento especial para todas nuestras familias de Latin American School.
La participación de los niños del programa de Latin American School se sumergieron en la creación de calaveras catrinas, una manifestación icónica de la festividad del Día de Muertos en México. Con sus manos diestras y su imaginación, los niños dieron vida a estas calaveras, cada una de las cuales era un reflejo único de su creatividad y amor por la cultura mexicana.
El aprendizaje constante actúa como un gimnasio para la mente. Al exponernos a nuevos conceptos, desafíos y perspectivas, estimulamos la actividad cerebral y fomentamos la plasticidad neuronal. Este estímulo cognitivo no solo fortalece la memoria y la función ejecutiva, sino que también puede tener efectos positivos en la prevención de condiciones relacionadas con el deterioro cognitivo.
Disfrutar de un día al aire libre con la familia puede ser una de las mejores formas de pasar el tiempo. Y una actividad que puede ser muy divertida y emocionante para todos es hacer un picnic en un parque o en un lugar al aire libre. No sólo es una actividad que puede unir a la familia, sino que también puede tener beneficios para la salud y para el bienestar emocional de todos los participantes.
Los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid (CMS) quieren asegurarse de que las personas continúen teniendo cobertura de cuidado de salud, ya sea a través de Medicaid, el Programa de Seguro Médico para Niños (CHIP), Medicare, CuidadoDeSalud.gov (a través de la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Costo) o la cobertura patrocinada por el empleador. Este es un momento de poner manos a la obra y necesitamos su colaboración como una voz confiable para ayudar a compartir información sobre Medicaid y las renovaciones de CHIP. Puede usar este recurso para ayudar a compartir mensajes importantes sobre los pasos que deben tomar los padres, las familias y las personas para asegurarse de que permanezcan cubiertos.
Cuando por fin nos encontramos en aquel Café Valdez y comenzamos a degustar, él su primer tinto americano y yo un late aderezado con canela molida, soltó sin mayores filtros esta historia, entre otras tanta que atesora y trae guardadas desde el orto del convulso s. XXI, allá en los inexpugnables calabozos de su memoria.
Historia que, desde luego, por seguridad nacional y personal de aquel egregio exfuncionario, también, de mi pellejo, hice objeto del pincel de la transfiguración literaria subcontinental para compartirla con ustedes y las futuras generaciones lectoras, de haberlas...