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Tuesday, November 12, 2024

Katherine Johnson, la mujer que calculó a mano la trayectoria de una cápsula espacial

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Quitzé Fernándezhttps://www.amonite.com.mx
Amonite es un sitio dedicado a la divulgación científica para niños y jóvenes. Somos un grupo de amigos que escucha, cuenta historias y las plasma en algo parecido a un papel. Por medio de la ilustración y los medios audiovisuales buscamos acercar las novedades de ciencia y tecnología con un lenguaje accesible para todos. Amonite es un proyecto binacional editado y diseñado entre México y Argentina. Nace en 2017 a iniciativa de Quitzé Fernández, quien obtuvo en 2013 el Premio Nacional de Periodismo y Divulgación Científica, convocado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología de México (Conacyt), con la crónica La mujer que encontró dinosaurios en el patio de su casa. A él se unieron los ilustradores Daniel Galindo y Jess Silva, que han generado trabajo visual para diarios e instituciones del norte de México; y más adelante los periodistas José Juan Zapata y Jessica Jaramillo, en la edición y generación de contenido, desde Buenos Aires, Argentina. Todos ellos forman parte del staff permanente de Amonite, junto a un grupo de colaboradores que aportan sus visiones periodísticas, visuales y literarias del mundo de la ciencia.

La matemática se abrió paso entre la segregación racial en Estados Unidos y llegó a jugar un papel clave en la carrera espacial.
Por: Laura Puentes

Quién se imaginaría que una pequeña Katherine Johnson, nacida en el seno de una familia humilde, se convertiría en una de las mujeres más importantes en la historia de la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA).

La historia de Katherine Johnson es la de una niña que nació un 26 de agosto de 1918 en White Sulphur Springs, Virginia Occidental, Estados Unidos. Y quien desde pequeña maravilló a todos con su intensa curiosidad, su brillantez y su enorme habilidad para las matemáticas.

En su infancia hubo carencias y momentos complicados por las leyes raciales que existían en Estados Unidos durante este tiempo, pero a los 13 años, asistió a la escuela secundaria en el campus del West Virginia State College, una escuela históricamente afroamericana.

A la edad de 18 años se matriculó en la propia universidad, donde aprobó rápidamente el plan de estudios de matemáticas de la escuela y encontró un mentor en el profesor de matemáticas W. W. Schieffelin Claytor, el tercer afroamericano en obtener un doctorado en matemáticas.

Katherine se graduó con los más altos honores en 1937 y empezó a enseñar en una escuela pública en Virginia.

Una carrera dedicada al vuelo
En 1939, la Universidad Virginia Occidental decidió hacer inclusivas sus escuelas de posgrado. El rector, el Dr. John W. Davis, seleccionó a Johnson y a dos hombres para ser los primeros estudiantes afroamericanos a los que se les ofrecieron plazas. Sin embargo, decidió dejar la escuela para formar una familia con su primer marido, James Goble.

Así transcurrieron algunos años y fue hasta 1952 que un pariente le habló de unos puestos vacantes en la sección de computación en el laboratorio Langley del Comité Asesor Nacional de Aeronáutica (NACA), dirigido por su ex compañera de Virginia Occidental, Dorothy Vaughan.

Katherine Johnson y su primera publicación
Katherine comenzó a trabajar en Langley en el verano de 1953. Apenas dos semanas después de su permanencia en la oficina, Dorothy Vaughan la asignó a un proyecto en la Rama de Cargas de Maniobra de la División de Investigación de Vuelo, y la posición temporal de Katherine pronto se convirtió en permanente.

En el año de 1960 ella y el ingeniero Ted Skopinski se convirtieron en coautores de “Determination of Azimuth Angle at Burnout for Placing a Satellite Over a Selected Earth Position”, un informe que establece las ecuaciones que describen un vuelo espacial orbital en el que se especifica la posición de aterrizaje de una nave espacial.

Esta fue la primera vez que una mujer de la División de Investigación de Vuelo recibía crédito como autora de un informe de investigación, un logro que para Katherine significo mucho.

Ecuaciones para la NASA
En 1962 llegó el momento que marcaría su historia profesional para siempre. La NASA se preparaba para la misión orbital de John Glenn, y Johnson fue llamada a hacer el trabajo por el que sería más conocida.

La complejidad del vuelo orbital requería la construcción de una red de comunicaciones mundial, que conectara las estaciones de seguimiento de todo el mundo con las computadoras IBM en Washington, Cabo Cañaveral en Florida y Bermudas.

Las computadoras habían sido programadas con las ecuaciones orbitales que controlarían la trayectoria de la cápsula en la misión Friendship 7 de Glenn desde el despegue hasta el amerizaje, pero los astronautas desconfiaban de poner sus vidas al cuidado de las máquinas calculadoras electrónicas, que eran propensas a los contratiempos y apagones.

“Si ella dice que son correctos…”
Como parte de la lista de verificación previa al vuelo, Glenn pidió a los ingenieros que Johnson ejecutara los mismos números a través de las ecuaciones que se habían programado en la computadora, pero a mano, en su máquina calculadora mecánica de escritorio.

“Si ella dice que son correctos’”, recuerda que dijo el astronauta, “entonces estoy listo para ir”. El vuelo de Glenn fue un éxito, y marcó un punto de inflexión en la competencia entre los Estados Unidos y la Unión Soviética en la carrera espacial.

En 1986 se retiró de su trabajo en la NASA después de 33 años en Langley.

Katherine Johnson falleció el 24 de febrero de 2020, pero su nombre será recordado junto al de otras mujeres que cambiaron para siempre la historia espacial del mundo.

Referencias:
Katherine Johnson Biografía | NASA

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