Hoy, en este Día del Trabajo, le hablo a quienes tienen voz, a quienes tienen poder, a quienes pueden cambiar el rumbo: miren más allá de los números y las políticas. Vean a las personas. Escuchen sus historias. Atrévanse a sentir lo que ellos sienten cada mañana al salir de casa.
Con frases como "Somos inmigrantes, NO criminales", los participantes dejaron claro su mensaje de dignidad y justicia. Este evento no solo fue una muestra de unidad, sino también un recordatorio de que la lucha por los derechos de los inmigrantes continúa. La comunidad de Louisburg y sus alrededores sigue firme en su demanda de un trato justo y humano, reafirmando que la paz y la organización son herramientas poderosas en la búsqueda de un cambio real.