¡Disculpen la interrupción! No figuro en la lista de invitados. PermÃtanme, por favor, decir unas palabras.
Familia y amigos, necesito pedirles en este instante sublime que intentemos dejar de lado aquellas circunstancias del ayer que marcaron el sendero de nuestras bifurcadas vidas. Les ruego que escuchen con devoción y humana comprensión estas frases que, inevitable y atropelladamente… ¡a borbotones!, manan de mi compungido corazón de papá. De este padre que asiste sin invitación a la boda de su por siempre idolatrado hijo.
HACE POCO TIEMPO CAROLINA aprendió a leer. Ahora, Carolina colecciona palabras. Palabras y mosquitos. Sus preferidas son las esdrújulas sin aspavientos. En cuanto a los mosquitos, aun no lo sabe, puesto que todavÃa no atrapa uno...