Una vez más la ambición desaforada, ¡sin fondo!, de unos pocos que lo tienen todo, sin que ni siquiera el todo les sea suficiente, desarropa una de las tres mayores ferocidades humanas: su proclividad marginal individual autodestructiva.
Mi preferencia por el equipo albirrojo se dio por variables casuales y ambiguas circunstancias sociales propias de aquel entonces. Corría el amanecer de los años setenta y recién había llegado de mi pueblo del alma en calidad de desplazado social. Entiéndase esta expresión como la visión que mi madre tuvo en cuenta para evitarnos que nosotros, sus hijos, siguiésemos las sendas que ella y la abuela enfrentaron, con carencias y dificultades socioeconómicas por doquiera...
Bienvenidos, mis estimados Aeroamigos, familiares, allegados y demás asistentes a este bonito evento cuando celebramos por partida doble y con inmarcesible júbilo el cuadragésimo séptimo aniversario de nuestro ingreso a la Fuerza Aérea Colombiana y ser referentes, de alguna manera, de varios personajes de la novela ‘La sociedad de la mentira’, escrita por uno de los presentes y cuyo lanzamiento es hoy y aquí, con nosotros como protagonistas.
En la compleja historia de Estados Unidos, las mujeres de la comunidad trabajadora internacional han sido protagonistas silenciosas pero fundamentales. Su aporte trasciende las cifras económicas para convertirse en pilares de transformación social, cultural y artística, tejiendo una identidad multifacética que enriquece el tapiz nacional.
No, no quiero morir, ya sé que mis poemarios pueden resultar dramáticos, ya sé que la vida es una mierda el setenta por ciento de las ocasiones, pero no, prefiero vivir esta vida de mierda, disfrutar de esos momentos de felicidad con la gente que quiero y mandar al carajo a los que no me soportan, a ellos ya les pagará el destino o mis guardianes sus malas intenciones.
Esta noche no deseaba pensar, últimamente prefiero dejarme llevar por la corriente, estoy cansada de luchar, de sobrevivir, de verlo todo gris, pero poco a poco va pasando la tormenta y mi mente está quedando en calma, y sé que me recuperaré, siempre lo he hecho, siempre me he levantado, he mirado el atardecer y me he sentido insignificante.
Las luces nos rodean en estas fechas, las calles se llenan de bullicio y, a simple vista, de felicidad. Cada persona tiene una historia que contar, una memoria que cargar y una esperanza que desear. Es fácil sonreír sin mirar, es fácil dejarse llevar, lo único que debemos hacer es no pensar, y eso… es fácil.
Hoy he tropezado con una película en Amazon Prime que me ha cautivado y me ha sacado una boba sonrisa hasta el final. Bueno, vamos a ir primero a mi lado superficial, lo cierto es que el protagonista, Nicholas Galitzine está de muy buen ver, y todas las que tenemos una edad nos hemos motivado viendo como Anne Hathaway, una cuarentona mamá de una adolescente, se podía liar con un veinteañero.
Natalia, es autora de numerosas canciones y ha realizado importantes trabajos de musicalización de poesías costarricenses e internacionales. Su obra incluye canciones con letras propias y piezas instrumentales para guitarra y música de cámara, reflejando una versatilidad y profundidad artística que resuena en cada nota.