Hoy he comprendido que el mundo me parece feo. Yo no soy como esos filósofos o pensadores que se sentaban y decían “voy a pensar en este tema”, quizás por eso yo no soy filósofa y nunca llegaré a ser famosa por mis teorías. Ellos trabajaban en sus pensamientos, a mí me los muestra el universo, me los susurra una hermosa musa y me ilumina la belleza de una todopoderosa Diosa.
Es tarde, voy a ponerme el pijama, me miro en el espejo y veo lo que otros no ven, o tal vez lo ven, pero creo que los demás ven lo que tú quieres que vean.
Hoy me siento fea, sin vida, sin ganas de detenerme a mirar ese atardecer que tanto me apasiona.