A veces creo que nuestras altas mentes pensantes, cuando piensan que algo es acertado porque se trata de un avance en los derechos, se hará intocable la medida adoptada, ya que sería impensable volver al pasado, correríamos el riesgo de ser llamados retrógrados machistas.
Siempre hablo en mis escritos de olvidar el mundo real en el que vivimos, de sumergirnos en esas maravillosas historias que nos reservan los libros y dejarnos llevar a otro mundo alejado de éste, pero nunca había experimentado la sensación de lo que se siente al olvidar realmente todo, porque en realidad, lo que yo deseaba era recordar y vivir cuando lo deseara en otro universo paralelo donde todo fuera una utopía.