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Raleigh
viernes, diciembre 1, 2023

Mayra R Encarnacion

Mutatis Mutandis

Cambio la hoja de los calendarios con la verdad acuestas sin un resuello de sueño con un ejército de dudas Revestida por la inclemencia del verbo

Andanzas

Refúgiate en las andanzas de mi piel Serás acogido como tierra floresta o campo por espigar Rociaremos vendavales de gemidos desconocidos por nuestros cuerpos hasta alcanzar la conjugación perfecta de tu voz

“Armario vestusto”

Conforme a su voluntad caminé desabrigada de soplo propio revestida de galones ancestrales mi canto destronado no retoñaba soles ni pregonaba aires redentores...

Breves apuntes: Territorio y Memoria en Des(atar) de Mayra R. Encarnación

Breves apuntes: Territorio y Memoria en Des(atar) de Mayra R. Encarnación Faulkner, García Márquez, Juan Carlos Onetti y Juan Rulfo crearon lugares de ficción que hoy son considerados como territorios míticos y se hace referencias a ellos para el explicar (o reafirmar) el comportamiento humano. A esa lista de autores hay que añadir a Cabrera Infante con sus historias nocturnas que ocurren en La Habana, Cuba. Además, Marcio Veloz Maggiolo creó Villa Francisca, un microcosmo donde se dilucidan los entresijos de la Era Trujillo.

Ablución en la calle del Cristo

Ella vendía su amor impuro en las calles. Necesitaba borrar la huella del tío, el abuelo y el padre. En cada encuentro sexual vengaba el rastro del dolor… Cuando finalizaba el recorrido nocturno, encendía una fogata en la parte trasera de su patio y quemaba la ropa. Mientras se desnudaba, repetía como un mantra: “Desarticulo todo tacto, apropiación o violación a mi ser. Convierto en cenizas la voluntad de poseer bajo el sello del dominio”.

Olor a grito

Me persigue el derrumbe de las revoluciones Tumultos de susurros cavilan por las entrañas Soy mirada enlutada Viveza secuestrada por las palabras...

Sombra viral

Fotografías: Javier Martínez Textos: Mayra R. Encarnación “Enjuga la fiebre del viento en el ocaso de nuestros pasos”. “Suspiro tu sonrisa en la búsqueda perpetua de tu sensación primera. Descubro el océano de tu indiferencia”. “No sé cómo recorrerte ni cómo aclamarte solo soy la guarida navegante de tu palpitación...

Revuelo

Desgastó mi vuelo como latifundio desposeído o suburbio deshabitado..

Ambrosía

Derramé el horizonte de la piel inmersa en tus labios incienso de asomos por consumir desde las raíces hasta el florecimiento de mis pechos

Barca

Subo a la barca asediada por ortigas y enredaderas Respiro la enramada los riachuelos Inhalo el sabor a quietud Despisto tu ausencia con el consumo del viento...
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Tienes que leerlo

Casi noventa resoluciones

Cuando por fin nos encontramos en aquel Café Valdez y comenzamos a degustar, él su primer tinto americano y yo un late aderezado con canela molida, soltó sin mayores filtros esta historia, entre otras tanta que atesora y trae guardadas desde el orto del convulso s. XXI, allá en los inexpugnables calabozos de su memoria. Historia que, desde luego, por seguridad nacional y personal de aquel egregio exfuncionario, también, de mi pellejo, hice objeto del pincel de la transfiguración literaria subcontinental para compartirla con ustedes y las futuras generaciones lectoras, de haberlas...
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