Cafetería ½ Luna Café, en Florencia 68, Juárez. Es un expendio sencillo, pequeño y que invita a la añoranza. Atendido por un gentil lugareño quien estuvo dispuesto a: —No más digan y ahorita mismo les preparo sus cafés con leche a la colombiana; los pueden acompañar con la torta que prefieran...
Se suspendieron las luces, el alumbrado público había caducado, el mirador estaba a oscura insistí en terminar lo que escribía, encendí el celular, tomé mi bolígrafo y comencé a escribir.
Las estrellas me iluminaban parecía una obra de teatro - me cago en la puta - dije en un segundo de pánico, pensé esta es otra idea tonta producida por la esquizofrenia o el demonio de Allan Ginsberg que quiere que recite poemas o alguna oda obscena de secundaria.
Tenía que esperarte una hora, contando las sombras que pasaban a mi lado, analizando los rostros, diversificando semblantes. En la esquina del coyol y la cuajada, de los tricicleros hambrientos y de goma. Mientras una cantilena de clamor y de venta pretendía a cada instante invadir el espacio de los compradores y también de los ladrones que siempre al acecho de la presa buscaban realizar su gestión del día.
Para la celebración de nuestros cuarentaiséis años de amistad escogimos la finca El Frutal, emprendimiento lúdico de propiedad de uno de nuestros compañeros y amigos: Eliseo Rivera y su gentil como hacendosa esposa señora Maritza, a quienes damos gracias por su recibimiento y hospitalidad.
Hola, mi querido joven amigo virtual de letras (JAV); además, gestor y protagonista de una historia que involucra a cerca de trescientos artistas de los cinco continentes, en casi ciento diez países y más de setenta idiomas. Novela que pronto será noticiada… ¡eso espero!
Esto escuché en alguna reunión entre paisanos. De esta participaban el alcalde, el cura párroco, de aquel entonces, y algunos conciudadanos convocados para la ocasión:
—Bueno, a todas estas: ¿qué es lo mejor de Une? —preguntó uno.
—Lo mejor de este pueblo es su gente que es buena gente —respondió alguno.
—¡Gente que por todo lado y a toda hora se reproduce!, dice mi esposa —agregó otro...
Allá en mi Escondite Literario Tropical, sede rural, madrugué a escribir el artículo para cumplir el compromiso con la Revista Latina NC. Necesitaba enviarlo a tiempo para que pudiera ser revisado, editado y publicado el último día del mes. Estaba en esas cuando mi gata salvaje se deslizó por la ventana hasta mi escritorio.
Creo que este fue el diálogo mudo que tuvimos… ¡creo!
Haciendo referencia al poeta mejicano Octavio Paz, ¿qué nombra la poesía de Kilómetro Sur? Dicho en otras palabras, de qué trata el libro Kilómetro Sur(Palabra Pórtico Ed, 2014)
¿Puede describirse un libro de poesía, como los libros de narrativa y teatro? En realidad, ¿es más importante el asunto del libro, de aquello, lo innombrable, que expresa o comunica el escritor, lo inimaginable que trasciende las palabras y los discursos? ¿Qué puede descubrir o deducir el lector de un libro? Que posiblemente está diciendo más de lo que quiso decir el escritor, partiendo de esa premisa, dudosa, de que el escritor está consciente de lo que escribe, es decir, que expresa lo objetivo, lo que conoce, pero qué ocurre cuando los lectores perciben aquello que el autor no se propuso...
En esta obra, una curiosa novela basada en la resolución de un misterioso crimen de una joven, encontrada desnuda y con el cuello cortado en la desembocadura del río Guadalmedina. Esta es una de esas novelas que sólo con la sinopsis a uno le entran ganas de prepararse un café, sentarse en un sofá y no dejar el libro hasta que el sueño no nos deje continuar devorando capítulos.