Aquellas ganas de escribir, aquel deseo insoportable por ser un gran escritor, surgió en sus años universitarios cuando dos de sus más íntimos amigos desaparecieron de una forma inexplicable, y al cabo de unos meses los encontraron hechos cadáveres. Y eso que solo fueron reconocidos por el anillo de graduación que ambos andaban.
Que, ¿por qué mis nervios? Esta ocasión es para mí la antesala de la gala para la entrega del mejor de los galardones que amo y más valoro: ser leído por ustedes, jóvenes, quienes constituyen la principal razón por la cual escribo.
Discúlpenme si hablo primero de mí, ya encajarán el motivo. Provengo de un pueblito de ensueño ubicado en el centro de Colombia. Villorrio enmarcado y custodiado por un cerro mítico en forma de triángulo, desde donde se divisa el correr serpenteante y mágico del río de la patria.
La moda, una palabra que los grandes escritores desprecian por sentir que estamos hablando de algo superfluo e insignificante propio de gente vulgar. Cuando te etiquetan como escritor o escritora, ya no puedes ser otra cosa, tu vida aparece en la mente de los demás como una mujer que se despierta por las mañanas, se toma su café con tostadas y frente a un enorme ventanal desde el cual se puede divisar el bullicio de la ciudad, escribe sus novelas, poemas, relatos o artículos periodísticos...
El título no deja de ser curioso, pero tiene su razón de ser. Es el procedimiento cualitativo, el que permite descifrar lo que no se alcanza a comprender y para ello recurrimos habitualmente a la comparación y a la metáfora, herramientas especialmente eficaces en la educación.
En el concepto religioso serían las parábolas y en el mundo literario los cuentos con moraleja.
Las llamadas telefónicas o correos electrónicos de impostores haciéndose pasar por empleados federales son cada día más comunes. No caiga en la trampa de estafadores que se hacen pasar por agentes del Gobierno ofreciendo ayuda para obtener su pago de impacto económico más rápido o amenazando con enviar a la policía a su casa, arrestarle por no pagar sus impuestos o quitarle los beneficios del Seguro Social.
Ese gesto que tanto no emociona y que conocemos como abrazo es un acto terapéutico de un valor inmenso. Tiene efectos físicos y psicológicos.
Es algo que, a pesar de su valor, solemos ignorar y a menudo solemos dejar de lado. ¿Quién no ha sentido los efectos reconfortantes de ese abrazo en un determinado momento de nuestras vidas?
Lo que ignoramos es que un abrazo consigue que aumentemos los valores de oxitocina, o lo que es lo mismo la hormona de la felicidad. En tiempos que la pandemia nos privó de ese placer que es mucho más.
El otro día estaba tomando café con mi niña en la cafetería del aeropuerto mientras esperábamos a un familiar, mi mirada estaba perdida entre las mesas y la gente que iba de un lugar a otro, cuando noté que mi hija me daba un pequeño codazo y me decía, algo molesta, que no la estaba escuchando.
Desde la existencia de la humanidad para compaginar la vida con sus propios matices cotidianos, desahogar las tristezas, el laberinto del desapego o el guarecer del corazón, después de una larga jornada de intenso trabajo, en momentos de ocio, viajes, un compartir, la música es una buena compañía en el deleite de los sentidos, que sana el alma, aquellas heridas interiores que corren por el cobertizo oculto a los ojos, que de manera inusitada nos alegra o nos hace recordar experiencias vividas en los mejores años de juventud aquilata en el tiempo.
Siempre he dicho que en este mundo la gente aparece en tu vida cuando tiene que aparecer y desaparece cuando lo debe hacer. Cuando creé la revista One Stop tuve la suerte de contar con un colaborador que, hasta varios años después no conocí realmente, estoy hablando de Carlos Javier Jarquín, un nicaragüense radicado en Costa Rica, al que se le conoce como “El chico poeta”. Un escritor, periodista, poeta, columnista internacional y además un excelente gestor cultural que hace poco sacó a la luz como compilador un gran proyecto de la mano de la editorial de México Ayame Editorial, titulado Antología del Bicentenario de Centroamérica, y ha sido todo un éxito…
Aprende a preparar esta maravillosa receta saludable. Deliciosos spaghettis con salsa al pesto, champiñones y vieiras asadas. todo un manjar. Un plato ligero y satisfactorio para aquellos que disfrutan del cambio de las salsas pesadas. Para la variedad, intente usar spaghettis delgados.