Ana Paola siempre quiso estudiar una carrera que le ayudara a salvar el mundo. Y su mundo, de pequeña, eran las granjas y sembradíos de frutas y hortalizas que abundan en la Comarca Lagunera. A veces el calor era tan fuerte que una rebanada de melón, o agua de esta fruta, refrescaban el momento al lado de papá.