Establecer una rutina matutina y tener un comienzo de día estructurado puede tener un impacto significativo en cómo nos sentimos y cómo nos va el resto del día. Al dedicar tiempo a las actividades que son importantes para nosotros, como hacer ejercicio, meditar o pasar tiempo con la familia, podemos tener más control sobre nuestro tiempo y ser más productivos y eficientes en nuestras tareas diarias.