Frote el pavo por dentro y por fuera con la sal. Coloque el ave en una olla grande, y cubra con agua fría. Coloque en el refrigerador y deje que el pavo se empape en la mezcla de sal y agua durante 6 horas o toda la noche.
Precaliente el horno a 350 grados Fahrenheit (175 grados Centigrados). Enjuague bien el pavo y deseche la mezcla de sal.
Cepille el pavo con 1/2 la mantequilla derretida. Coloque el lado de la pechuga hacia abajo en una rejilla para asar en una bandeja poco profunda. Rellene la cavidad interna del pavo con 1 cebolla, 1/2 zanahorias, 1/2 apio, 1 ramita de tomillo y la hoja de laurel. Esparce los vegetales restantes y el tomillo por el fondo de la fuente y bañe con el vino blanco.
Horneé el pavo de 3 1/2 a 4 horas en el horno, hasta que la temperatura interna del muslo alcance los 180 grados Fahrenheit (85 grados Centigrados). Con cuidado, gire la pechuga de pavo hacia arriba aproximadamente 2/3 durante el tiempo de asado, y rocié la mantequilla restante. Deje que el ave repose unos 30 minutos antes de cortarla para que se concentren los sabores.