El virus COVID-19 es el huésped no deseado que se niega a irse, apareciendo una y otra vez, y cada vez hace que los científicos se apresuren a desarrollar un nuevo refuerzo para protegerlo. Y, sin embargo, la ciencia sigue ganando la batalla, dijeron el miércoles dos expertos de Duke. En declaraciones a los medios en una sesión informativa virtual, el Dr. Cameron Wolfe, especialista en enfermedades infecciosas, y el Dr. David Montefiori, Ph.D., director del Duke Human Vaccine Institute, dijeron que las inyecciones de refuerzo siguen siendo efectivas para aquellos estadounidenses que las reciben habitualmente.
Con la evolución de las tendencias de casos y el aumento de la oferta, el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Carolina del Norte está ampliando la elegibilidad para la vacuna contra la viruela del mono. Las vacunas son una herramienta clave para mantener saludables a las personas, prevenir la propagación y proteger a las comunidades.
Los niños de 6 meses en adelante ahora pueden recibir una vacuna contra el COVID-19 segura y efectiva. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan que todos los niños que sean elegibles reciban una vacuna contra el COVID-19. La vacuna está disponible en Carolina del Norte siguiendo la autorización de uso de emergencia de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) y la recomendación de los CDC.
Las vacunas estarán disponibles en todos los 100 condados. El Departamento de Salud y Servicios Humanos de Carolina del Norte se está preparando para la distribución de la vacuna contra el COVID-19 para niños menores de 5 años y para garantizar que las familias de todo el estado tengan la información que necesitan para acceder a las vacunas para sus niños pequeños. Los niños son vulnerables al virus COVID-19, igual que todos los demás.
Las dosis de refuerzo ahora están disponibles para todos los habitantes de Carolina del Norte de 5 años o más para fortalecer y extender las protecciones contra el COVID-19. Si eres elegible, puedes recibir una dosis de refuerzo ahora.
¿Hay un tratamiento para la influenza?
Sí. Hay medicamentos recetados llamados "medicamentos antivirales" que se pueden usar para tratar la influenza. Los CDC recomiendan el tratamiento inmediato de las personas que tienen influenza confirmada o presunta y que corren mayor riesgo de presentar complicaciones graves por la influenza, como las personas con asma, diabetes (incluida la diabetes gestacional) o enfermedades cardiacas.
La elegibilidad para la vacuna de refuerzo COVID-19 de Pfizer se ha ampliado para incluir a los jóvenes de 16 y 17 años, lo que hace que los refuerzos seguros y efectivos ahora estén disponibles para todos los mayores de 16 años.
Hasta que autoricemos una vacuna para niños pequeños, es especialmente importante que los padres y otras personas que interactúan cercanamente con niños menores de 12 años se vacunen, usen mascarillas y sigan otras precauciones recomendadas para que podamos proteger a quienes aún no pueden protegerse a sí mismos mediante la vacunación.
La inequidad en las vacunas contra la COVID-19 tendrá repercusiones duraderas y profundas en la recuperación socioeconómica de los países de ingresos bajos y medianos bajos, a menos que se adopten con urgencia medidas para fortalecer los suministros y garantizar que todos los países tengan acceso equitativo a las vacunas, en particular a través del intercambio de dosis, según indican los nuevos datos publicados hoy por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Universidad de Oxford.
Hoy, la Administración de Alimentos y Medicamentos de los EE. UU. (FDA, por sus siglas en inglés) enmendó las autorizaciones de uso de emergencia (EUA) tanto para la vacuna contra el COVID-19 de Pfizer-BioNTech como para la vacuna contra el COVID-19 de Moderna para permitir el uso de una dosis adicional en ciertos individuos inmunodeprimidos (sistema inmunitario debilitado), específicamente, para aquellas personas receptores de trasplantes de órganos sólidos o a quienes se les haya diagnosticado afecciones de salud que se consideran tener un nivel equivalente de inmunodepresión.
Aquel certamen era como el queso artesanal, el hecho a mano a partir de experticia campesina y recetas ancestrales. Era un producto original que hablaba de la satisfacción y del esmero de sus ignotos productores para que su sabor, aunque complejo, así como su forma caprichosa y olor singular que solo el tiempo le daba, cautivara la pupila, el paladar y la mente del lejano y desprevenido consumidor al abrir las hojas que contenía tal literario manjar y que, al interiorizarlo, además del disfrute a plenitud que le producía, le ponía alas a su imaginación.