Para el poeta, escultor, traductor y sacerdote nicaragüense Ernesto Cardenal quizás unos de sus episodios más difíciles de superar fue lo que vivió aquél histórico viernes 4 de Marzo de (1983), cuando el Papa Juan Pablo ll visitó Nicaragua.
Y la lluvia goteará sembrada de la sangre de un ser humano que fue creado desde las Raíces de su campo de cantera hasta la Tierra Prometida.
Y el sol mira al mundo eterno del espíritu que respira, una raíz de lluvia, de un ser humano.