Cuando tenía 8 años, Andrea entró los E.E.U.U. con sus padres y hermanos por una visa turista. Antes de salir, sus padres les dijeron que iban a visitar a Disneyland. Después de venir al país, aprendieron los planes de los padres para quedarse y vivir en este país por un futuro más brillante. Por varios años, Andrea no tuvo estatus legal.