Siempre hablo en mis escritos de olvidar el mundo real en el que vivimos, de sumergirnos en esas maravillosas historias que nos reservan los libros y dejarnos llevar a otro mundo alejado de éste, pero nunca había experimentado la sensación de lo que se siente al olvidar realmente todo, porque en realidad, lo que yo deseaba era recordar y vivir cuando lo deseara en otro universo paralelo donde todo fuera una utopía.