Es sábado en la tarde. El cielo de los sábados es mudo, pero resplandeciente. Abajo, en esto tan convulso a lo que llamamos humanidad, discurre entre la multitud de horarios, emociones, pálpitos. Siento escuchar de cerca aquella melodía de Lisette Álvarez “Un sábado más, sobre Puerto Rico, un sábado más…”
Ya sea como ornamento, o para cosas tan dispares como las drogas recreativas o brujería, muchas plantas y animales se encuentran amenazados por la acción irresponsable de las personas.