Antes de empezar un escrito, considero necesario activar un detonante que lance flechazos a la memoria, para luego ir categorizando y ubicando en un borrador; quizá primeramente, en forma aislada, como un proceso de ir tomando fotografías instantáneas al recuerdo, enlazarlas con las palabras precisas e ir dando forma y vida al texto que nace, esperando el cobijo que la mirada del lector pueda brindarle, para enseguida ir tomando forma, valores, conceptos y llegar hasta el lugar recóndito de su conciencia y emociones, que a su vez, van transformando las ideas presentadas al ir buscando similitudes de experiencias ante esas vivencias atrapadas en la narración.
Sonriente y saboreando un café, con la mirada dulce, casi infantil y esa postura jovial, auténtica que le conocemos por su programa El Rollo de Fili, ahí estaba el paisano ilustre que durante sus cuarenta años de trabajo fotografió y nos mostró la otra Colombia con su historia, geografía, cultura e infinidad de pueblos y personajes como Gabriel García Márquez, Fanny Mike, Plinio Apuleyo Mendoza, Obregón, Botero, Shakira, Salvo Basilie, Gloria Valencia de Castaño, presidentes, políticos, empresarios… también, a Donald Trump y a otros tantos que fueron portada de algunas de las revistas con mayor circulación nacional o que hacen parte de sus siete libros publicados, fuera de los que están en proceso de edición y difusión.