Por Marcos Lobato Ortiz
Que tal mis queridos lectores, en esta ocasión no escribiré una reflexión sobre algún tema de la actualidad ni nada por el estilo, en esta ocasión me tome la libertad de escribir unas palabras dedicadas a la mujer que me dio la vida, a la mujer que con sus enseñanzas y consejos me hiso un hombre de bien con valores y principios.
En este tiempo de la pandemia que está sacudiendo al mundo entero, es tiempo también para que los seres humanos sacudamos nuestras mentes y nuestros hábitos. Hábitos que desde que se dio el boom de las redes sociales y las nuevas tecnologías, la gran mayoría de nosotros nos hemos adaptado a un nuevo estilo de vida, una vida sedentaria, solitaria y me atrevería a decir que hasta egoísta.
Recientemente acaba de pasar el mes de la amistad, fecha que en lo personal, debería de celebrarse todos los días, ya que la amistad es un regalo de Dios, que muy pocos pueden tener realmente y en algunas ocasiones, los verdaderos amigos los puedes contar con los dedos de la mano.
Alguna vez les ha pasado por la mente la gran pregunta sobre si en verdad existirá un propósito por el cual estamos en esta vida? En verdad nos encontramos en este plano terrenal porque tenemos alguna misión que cumplir?
Marcos Lobato, soy originario de México y vivo en la ciudad de Lumberton carolina del norte, soy casado y tengo dos hijos, a través de todos estos años eh desempeñado todo tipo de trabajos como la gran mayoría de personas que salimos de nuestro país de origen buscando obtener un mejor nivel de vida...
Cuando por fin nos encontramos en aquel Café Valdez y comenzamos a degustar, él su primer tinto americano y yo un late aderezado con canela molida, soltó sin mayores filtros esta historia, entre otras tanta que atesora y trae guardadas desde el orto del convulso s. XXI, allá en los inexpugnables calabozos de su memoria.
Historia que, desde luego, por seguridad nacional y personal de aquel egregio exfuncionario, también, de mi pellejo, hice objeto del pincel de la transfiguración literaria subcontinental para compartirla con ustedes y las futuras generaciones lectoras, de haberlas...