A través de la plataforma Naturalista MX, guardabosques y ‘científicos ciudadanos’ ayudaron a los investigadores a describir una nueva especie que habita en la Sierra Madre Oriental de Coahuila y Nuevo León. Cuando Ivonne Garzón diseccionó a la polilla que tenía entre sus manos, creyó que algo había hecho mal. No encontraba las partes que suele ver en el sistema reproductivo de estos insectos. El espécimen, recolectado en la sierra que comparten Coahuila y Nuevo León, era muy diferente a lo que ella conocía.
Cuando por fin nos encontramos en aquel Café Valdez y comenzamos a degustar, él su primer tinto americano y yo un late aderezado con canela molida, soltó sin mayores filtros esta historia, entre otras tanta que atesora y trae guardadas desde el orto del convulso s. XXI, allá en los inexpugnables calabozos de su memoria.
Historia que, desde luego, por seguridad nacional y personal de aquel egregio exfuncionario, también, de mi pellejo, hice objeto del pincel de la transfiguración literaria subcontinental para compartirla con ustedes y las futuras generaciones lectoras, de haberlas...