Hemos aprendido a escribir mediante el artificio de la construcción. En su forma más elemental intentamos hacer oraciones que comienzan con alguien (sujeto) que hace algo (verbo) en determinada forma o circunstancia (complemento).
El Hombre de Mayor Edad (HME), del doble de la su Joven Amigo Virtual (JAV), con nadie más hablaba de aquellos temas… o, tal vez, ¡ninguno le paraba bolas! —Ni siquiera los trato con los integrantes de mi familia, siempre atareados, por ende, sin tiempo para cruzar palabras, excepto para uno que otro favor… los cuales hago rápido y lo mejor posible para volver a mi escribidera —resopló HME al otro lado del celular.