Marcelo era el niño más pequeño del barrio. Tan negrito que brillaba como un tizón cuando se exponía al sol. Era tan negrito que sus amiguitos le apodaban el diablito; con su chorcito remendado y descalzo corría en las calles de El Coyolar todos los días en las tardes. Después que llegaba de la escuela se unía a los demás chavalos para jugar chibolas, La perra corrida, Doña Ana no está aquí, La lepra y, sobre todo, a la bola de hule. Incansable el cipote. Y los demás, molestándolo.
Juan Fuentefria es un actor y modelo profesional, capaz de seducir a la cámara como también desafiarla. Gracias a su magnetismo innato consigue derribar barreras. Carismático, Autoexigente con su trabajo, de belleza desbordante...pero sobre todo, puede presumir de ser un actor versátil y muy responsable con sus papeles.