En este mundo de locos, hemos pasado de sentirnos orgullosas y destacar los logros de la mujer, a sentir vergüenza por algunas actuaciones y determinadas incongruencias de unas pocas que forman demasiado ruido. Pero no perdamos el norte, ni hacia un lado ni hacia el otro, está claro que la mujer ha sido durante muchos años silenciada, anulada y maltratada socialmente, y gracias al grito de muchas a las que llamaron locas, se ha reconocido que, actualmente, aún vivimos en un mundo lleno de hipocresía en el que se le atribuyen a la mujer tareas como la casa o cuidar de los hijos...
Los petates son símbolo de resiliencia y fortaleza. Han sido utilizados por personas que han enfrentado muchos desafíos y continúan siendo utilizados por personas que luchan por sobrevivir. El petate es un recordatorio de que incluso en los momentos más difíciles, siempre hay esperanza.