La mayoría de las veces separamos la palabra arte de la palabra literatura, pero para mí, el arte es una hermosa poesía que danza entre colores, una mágica bailarina que salta de flor en flor como un hada paseando por un mundo maravilloso y secreto a la vista de los simples humanos.
A través de estas líneas quiero presentar a un artista salvadoreño que desde muy joven descubrió el arte de la pintura, caricatura y escritura. Él es el artista plástico, caricaturista, diseñador gráfico y escritor Estaban Atilio Munguía (nacido en Armenia, El Salvador el 2 de abril de 1944).
Cuando por fin nos encontramos en aquel Café Valdez y comenzamos a degustar, él su primer tinto americano y yo un late aderezado con canela molida, soltó sin mayores filtros esta historia, entre otras tanta que atesora y trae guardadas desde el orto del convulso s. XXI, allá en los inexpugnables calabozos de su memoria.
Historia que, desde luego, por seguridad nacional y personal de aquel egregio exfuncionario, también, de mi pellejo, hice objeto del pincel de la transfiguración literaria subcontinental para compartirla con ustedes y las futuras generaciones lectoras, de haberlas...