México, es un país pletórico de cultura, tradiciones y festividades que se realizan a lo largo del año; destaca entre estas, la de todos los santos y el de los santos difuntos, que se celebran el 1º y 2º de noviembre. Estas conmemoraciones se han ido reconociendo a nivel mundial, por la fuerza de simbolismos, imágenes y participación colectiva; hay música, flores, oraciones, comida, baile, representaciones, altares, veladoras, incienso, y muchos elementos más que encierran un significado propio; aunado a la comercialización que se ha incrementado, donde los músicos, floristas, puestos de comida y bebida, y otros vendedores, aprovechan la conglomeración masiva de personas para ofrecer sus productos.
Son una tradición mexicana que data desde la época virreinal, donde se describe por medio de versos jocosos sentimientos, críticas y hasta ridiculización de algún personaje conocido, ya sea dentro del entorno inmediato, escolar, político o social.
Ana Torres Licón es invitada por el colectivo Atrapados en Azul, para presentar su libro “Agonia de la Mirada” en el Progreso, Yoro, Honduras el de la agenda cultural que dicho colectivo tiene organizada y estructurada para recuperar los espacios públicos en la ciudad y promover eventos culturales.
Cuando por fin nos encontramos en aquel Café Valdez y comenzamos a degustar, él su primer tinto americano y yo un late aderezado con canela molida, soltó sin mayores filtros esta historia, entre otras tanta que atesora y trae guardadas desde el orto del convulso s. XXI, allá en los inexpugnables calabozos de su memoria.
Historia que, desde luego, por seguridad nacional y personal de aquel egregio exfuncionario, también, de mi pellejo, hice objeto del pincel de la transfiguración literaria subcontinental para compartirla con ustedes y las futuras generaciones lectoras, de haberlas...