La plataforma de beneficios alimentarios se utiliza para abordar la inseguridad alimentaria en las comunidades locales.
La inseguridad alimentaria está en su punto más alto, con uno de cada ocho estadounidenses reportando algún nivel de incertidumbre sobre la procedencia de su próxima comida. Quinientos hogares participan en este programa piloto hasta febrero de 2022, con opciones de continuar.