La leyenda de los Aeroamigos 52-22 comenzó desde aquel lunes 27 de marzo de 1978 cuando pisaron por vez primera la entrada de su amada e inolvidable alma máter: ESUFA. En ese memorable entonces, cada uno de ellos llegó con necesidades y esperanzas similares en lo fundamental, producto de la compleja situación socioeconómica que los apercollaba por parejo.