
El propósito de nuestra columna “La Cenicienta del 305” tiene como objetivo impulsar la lectura, y asimismo dar a conocer a nuestra comunidad, que existe en Estados Unidos de América un conglomerado de escritores hispanoparlantes que con sus obras, sean estas infantiles, juveniles o dirigidas al adulto en el género de cuento, relato, ciencia ficción y otros, trabajan incansablemente para llegar a nosotros con obras literarias de calidad. En la revista, no solo se quiere promover la lectura sino también al escritor. Nuestra cultura del idioma español es una cultura rica, elegante y romántica, características que ningún otro idioma las posee, por dicho motivo creemos que nuestro deber y responsabilidad es llevar a ustedes un abanico de opciones tanto en obras, como en escritores hispanos.
El artículo del mes de abril en mi columna, le hará honores a una escritora en este caso peruana, residente en Ohio quien se convenció que crear herramientas para las publicaciones de escritores que como ella, no encontraban la facilidad de ser publicada por una gran editorial, a pesar de que sus obras eran de primera calidad. Ani Palacios McBride es la autora de varias obras, las cuales son diferentes unas de otras. Entre sus libros publicados están Nos vemos en el purgatorio, Plumbago Torres y el sueño americano, 99 Amaneceres (Otra de las que he leído). Aquí Palacios McBride nos cautiva y nos envuelve en la búsqueda de la espiritualidad después de un hecho desgarrador) Noche de Penas, Paloma aventurera (actualmente finalista en los premios literarios NTBF 2019), El ultimo closet.
En alguna de estas obras se derivan historias llenas de secretos y del amor incondicional, en otras, no falta el consejo a los inmigrantes en Estados Unidos; pero en su última obra, Hay un muerto en mi balcón que se encasilla en el género de misterio, la autora con gran habilidad nos hace viajar desde Perú a los Estados Unidos en una trama que engancha y que promete un final inesperado. Ganadora ocho veces del premio International Book Award, escritora y periodista, directora de Pukiyari Editores y conductora del podcast de literatura Primera Persona, nos inspira y nos conduce a través de su trabajo a ser agentes de cambio en esta convulsionada sociedad. Su don de escribir mantiene al lector enfocado en lo que ella como escritora tiene que decir, sea esto basado en la realidad o creado para un mundo de ficción.
Hay un muerto en mi balcón me sorprende gratamente e intuyo que sorprenderá a los futuros lectores de esta columna, porque sus componentes explosivos dentro de la novela, hace que el suspenso se mantenga vivo de principio a fin.