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(Título inspirado por la canción Bemba Colorá de José Claro Fúmero, interpretada por Celia Cruz)
Hablemos hoy sobre la canción Bemba Colorá, compuesta por el músico y compositor cubano José Claro Fúmero. José Claro nació en Matanzas en 1906 y fue el arreglista de la mayor parte de la música afrocubana en el repertorio de la famosa orquesta cubana La Sonora Matancera. Sin embargo, es probable que ustedes reconozcan esta canción, no ya por su compositor, si no por la cantante más famosa que la interpretó: la gran artista afrocubana Celia Cruz, la reina de la salsa, quien en su larga carrera interpretó un gran número de canciones que honran la cultura afrocubana y sus varias prácticas religiosas.
Quisimos contextualizar la canción Bemba Colorá porque una amiga del Mix(ed)tape Podcast nos preguntó si el tema de la canción es un conflicto entre amantes, o el agravio a un hombre negro debido a sus rasgos faciales. Tomada al pie de la letra, la canción nos habla sobre la insignificancia de un hombre negro por tener la bemba colorá. Pero, ¿qué es una bemba colorá? ¿qué es lo que implica? Para eso tendremos que indagar un poco.
La canción empieza con un ritmo muy animado, mientras la letra repite varias veces “pa’ mi tú no eres na’, tú tienes la bemba colorá”. ¿Qué es la bemba? En corto, la bemba son los labios grandes y frondosos de una persona, y esa persona se sobreentiende es de raza negra. El autor José María Enguita Utrilla afirma en el libro “La Lengua Española en América” (p. 283) que la palabra bemba es un ejemplo de la influencia africana en el léxico español. De manera que la persona de la canción tiene sus frondosos labios colorados, lo que al parecer la hace insignificante. Por ahora, pinta como si la canción fuera a ser un caso de anti-negritud.
Miremos estas otras líneas de la canción, “canta tu rumba, canta tu son, tu guarachita y tu danzón; pa’ mi tú no eres na’, tú tienes la bemba colorá”. Todos estos ritmos son afrocubanos: la rumba, el son, la guaracha, y el danzón. Si teníamos dudas de si la persona con la bemba colorá era un hombre negro, es seguro asumirlo a este punto de la canción, dado el significado de la palabra bemba, y dado que en el tiempo en que esta canción fue escrita los cantantes y artistas de estos ritmos afrocubanos eran predominantemente hombres de raza negra.
Parece ser entonces que la canción usa la fórmula de agraviar la negritud como herramienta lírica, algo que no es extraño en la música latina. El Dr. en filosofía Robin Dale Moore comparte nuestra perspectiva sobre la canción en su tesis de doctorado titulada “Nacionalizando la Negritud”. Refiriéndose a la letra de Bemba Colorá, Robin afirma que esta “incluye comentarios bastante agraviantes y racistas”.
Es difícil a este punto sostener que el tema de la canción es la infidelidad de un hombre (una interpretación que muchas personas sostienen). Aún si la canción se refiriera a un conflicto de amor, ese conflicto incluye a un hombre negro que es injuriado con expresiones basadas en sus rasgos faciales negros.
Pero la canción continúa con su ritmo contagioso. Y la letra continúa también, y dice, “recoge la bemba, tú no eres na’, tú no te has visto la bemba que es colorá”. Es difícil no describir a la canción Bemba Colorá como una pieza ensordecedora, no solo por su ritmo, sino también, como es común en la salsa, porque la festividad en la música de Bemba Colorá le oculta, a esos oyentes desprevenidos, los más ofensivos matices de la canción, permitiéndoles disfrutar la buena energía de la canción sin tener que enfrentar la anti-negritud justo en frente de ellos.
Vale la pena recordar que José Claro, el compositor, es considerado el principal arreglista en mucha de la música afrocubana de La Sonora Matancera. Más aún, la celebrada escritora afrocubana Nancy Morejón describe el virtuosismo en la música de José Claro en su poema “Manto”. Dado entonces que José Claro fue probablemente un hombre afrocubano, el uso del agravio a la negritud en la canción es curiosamente autoinfligido.
Bemba Colorá, y su uso del agravio a los rasgos negros como una herramienta lírica, es probablemente un espejo de la anti-negritud en la sociedad del tiempo en que vivió José Claro. La canción nos recuerda esa lucha contra el racismo internalizado que tanta gente de color enfrenta. Y aún si elegimos creer que la canción se basa en una disputa entre amantes por la infidelidad del hombre, sigue existiendo en la canción una muestra de la alarmante forma en que las personas negras muchas veces elegimos vernos y dirigirnos los unos a los otros – a través de la mirada y de los supuestos de la supremacía blanca. Quizá sería útil que utilicemos esta canción como una invitación a hablar (aún en nuestro enojo) con veracidad, en lugar de hablar con hirientes y auto-agraviantes palabras y frases en contra de la negritud, las cuales han corroído nuestra cultura.
¿Estábamos escuchando?