Audio
|
Carolina tenía una historia para niños qué contar y la plasmó en un libro. La historia contenida en el libro quiso cobrar vida y pidió convertirse en obra de teatro. Carolina acudió a sus amigos y ellos entusiasmados dijeron: montemos la obra con los niños y niñas cercanos y sus familias. Así, un grupo pequeño comenzó a ensayar y se fue corriendo la voz porque las familias pertenecían a comunidades donde había contadores de historias a través de la actuación, la música, el canto y la danza y el entusiasmo creció y el elenco se ha ido llenando de energía de todas las edades e identidades culturales y hoy ya es una realidad a punto de ser compartida con el público. Este es un ejemplo maravilloso de cómo el arte de contar historias puede convertirse en un imán de creatividad y de feliz convivencia. De cómo una experiencia personal se convierte en una experiencia comunitaria. La historia de Lupita, contada por Carolina, creció en alcance e impacto y eso es maravilloso. También es maravilloso el hecho de que la historia original está gestando otras narrativas. El proceso y las aventuras de montar la obra es toda una historia en sí, al igual que la experiencia de cada persona y personita que se ha ido sumando al elenco, la producción, la escenografía, el vestuario, la música y el sonido, la dirección, la puesta en escena, la gestión, la fotografía, la difusión, etc. Una historia que crece: una comunidad que se fortalece.
Eugenia Gallardo 30 marzo 2023 Raleigh NC.