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Breves apuntes: Territorio y Memoria en Des(atar) de Mayra R. Encarnación
Faulkner, García Márquez, Juan Carlos Onetti y Juan Rulfo crearon lugares de ficción que hoy son considerados como territorios míticos y se hace referencias a ellos para el explicar (o reafirmar) el comportamiento humano. A esa lista de autores hay que añadir a Cabrera Infante con sus historias nocturnas que ocurren en La Habana, Cuba. Además, Marcio Veloz Maggiolo creó Villa Francisca, un microcosmo donde se dilucidan los entresijos de la Era Trujillo.
Los relatos de Des(atar) se desarrollan en un campo y en un barrio actual.
Mayra R. Encarnación no lo ha denominado con un nombre.
Ella posee la cosmovisión.
Tradicionalmente, los escritores puertorriqueños (Abelardo Díaz Alfaro y José Luis González, entre otros) planteaban los problemas sociales y económicos del campo y de las barriadas pobres ubicadas en la ciudad. La publicación del libro de relatos En cuerpo de camisa (1966) de Luis Rafael Sánchez… una mayoría de esas narraciones ocurren en el campo y en la barriada urbana, pero Sánchez no se centra en los problemas sociales, se concentra en los conflictos íntimos de los personajes
Des(atar) deconstruye un constructo falso, endeble, prejuiciado y clasista que esgrime el notable contra los habitantes de los campos, de los barrios y de los residenciales públicos. Des(atar) es un argumento contestatario a una oración lapidaria, a una connotación peyorativa y a una sentencia absoluta. (Aunque esa no es la motivación de la narradora. Mayra R. Encarnación no es una escritora que postula ideas, es una escritora que capta y profundiza en los secretos del alma.)
Dicho en otras palabras, Des(atar) es un alegato que deja en evidencia a aquellos notables que han estigmatizados a los residentes de esos territorios. Pero esos sofistas desconocen (o se niegan a reconocer) que la realidad es compleja y sorprendería a los incautos las historias vividas y discutidas en el imaginario popular.
Por suerte (por justicia también), Mayra R. Encarnación es una narradora (escribe de adentro hacia adentro), sabe que quiere contar y siente una empatía hacia esas comunidades (las conoce y conoce las historias). La narradora permite que afluya a borbotones esa memoria selectiva, ese numen que habita en lo más profundo de su psiquis. Ha tenido el valor y la consciencia de narrar historias conmovedoras.
Por la forma perspicaz de desatar los relatos, nos enteramos de la otra cara de la luna, nos sumergimos en los laberintos de la existencia descubriendo nuevos y deslumbrantes universos y descubrimos la vulnerabilidad de seres humanos que se encuentran en los bordes, en las zonas liminales, las que exponía el antropólogo británico Víctor Turner, luchando con sus conflictos y sus fantasmas y lidiando con la angustia y sobrellevando la cruz de la vida. Pero de esa vida recóndita, oculta en la sala, susurrada en el cuarto e inventada en el traspatio.
Des(atar) ahonda en la poesía, en la esperanza y en la trascendencia. Son relatos universales. Mayra R. Encarnación, no juzga (no quiere), no censura (no puede), expone, muestra, en esa vertiente de la narratología que argumentaba el teórico francés Gérard Genette.