(Título inspirado por la canción Picoteando Por Ahí, de Henry Fiol)
Nunca olvidaremos el año 2020. La llegada del coronavirus a todas partes del mundo resaltó muchos problemas que necesitaban ser confrontados. Aquí en los Estados Unidos, uno de los países con más recursos en el mundo, grandes desigualdades económicas y en salud, que ya existían, se magnificaron. Aunque el coronavirus no discriminó por raza o estatus socioeconómico, sus efectos devastaron desproporcionadamente a las comunidades de color en situaciones socioeconómicas vulnerables. Estos eventos nos recordaron una vez más la gran necesidad de confrontar las fuerzas que mantienen vivo el racismo sistémico y que producen tanto sufrimiento a las comunidades de color.
Y como si aquello no fuese suficiente, en mayo de ese mismo año tuvimos que enfrentar una vez más un acto violento de racismo, que no se dio ya de manera oculta dentro del sistema, sino que fue resultado explícito del miedo, del odio, y de la discriminación. Fuimos testigos del horrible vídeo en el que George Floyd, un hombre negro, fue asesinado bajo la rodilla de un oficial de raza blanca.
Con el mundo paralizado y con muchas personas bajo mandatos de no salir de casa, tuvimos que confrontar estos eventos que nos obligaron a entablar conversaciones sobre las desastrosas consecuencias de la supremacía blanca – violencia, inequidad, y devaluación de las vidas de las personas negras.
Reconociendo el poder de la música, el baile, y la comunidad en la cultura Latina y en nuestras vidas cotidianas como bailadores afrolatinos, decidimos empezar a producir un podcast que nos ayudara a revelar cómo el racismo se manifiesta en los círculos del baile afrolatino, lugares en los que quizá el racismo puede parecer inesperado. Decidimos que nuestros primeros pasos como podcasters fuesen reflexiones personales. Ambos, con nuestras identidades interseccionales que han influenciado nuestras experiencias en el mundo y en las comunidades de baile, nos turnamos para encontrar lo que nos motivó a emprender este viaje.
[Mel]: Mis identidades interseccionales incluyen ser una mujer negra, nacida en los Estados Unidos, en una familia de padres puertorriqueños de bajo nivel socioeconómico. Estas identidades han influenciado mi entendimiento sobre la forma en que encajo en diferentes contextos, incluyendo contextos educativos y culturales. He aprendido que el tener ascendencia puertorriqueña me ha brindado acceso e inclusión en los círculos del baile afrolatino, pero también que mi identidad racial como mujer negra es un factor aislante cuando no se le acompaña del calificativo “puertorriqueña”. Emprendo esta investigación entendiendo que mis identidades influencian la forma en que me desenvuelvo en diferentes contextos, y que esas experiencias informan mis análisis sobre problemas sociales.
[Andrés]: Mis identidades interseccionales incluyen ser un hombre negro Latinoamericano producto del mestizaje, nacido y criado en Colombia, en una familia de ingreso medio-bajo con padres separados. Mis identidades influencian la forma en que me desenvuelvo como profesor e investigador de economía, como bailador, y como podcaster. El vivir en América Latina por 26 años como hombre afrodescendiente cisgénero, y el tomar después la identidad de afrolatino en los Estados Unidos, me han dado perspectiva para emprender nuestra investigación reconociendo algo importante: la necesidad de deconstruir la visión que centra el concepto de negritud únicamente en los Estados Unidos, y la necesidad de integrar la interseccionalidad de ser Latinoamericano, teniendo en cuenta los devastadores efectos históricos de muchas políticas intervencionistas de los Estados Unidos en la región.
Escucha todo el episodio Picoteando Por Ahí de nuestro podcast aquí.