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Los CDC recomiendan que todas las personas a partir de los 6 meses de edad se vacunen contra el COVID-19 y que todas las personas de 5 años de edad o más reciban las dosis de refuerzo, cuando sean elegibles. Use la herramienta de información de dosis de refuerzo de las vacunas contra el COVID-19 de los CDC para saber si su hijo pequeño o adolescente pueden recibir refuerzos y cuándo, para mantener sus vacunas contra el COVID-19 al día.
Por qué los niños y adolescentes deberían vacunarse contra el COVID-19
Lo que necesita saber
- Los niños y adolescentes de cualquier edad pueden enfermarse gravemente a causa del COVID-19 y en algunos casos es posible que deban recibir un tratamiento en un hospital. Algunos niños y adolescentes murieron a causa del COVID-19.
- El beneficio de las vacunas contra el COVID-19, como el de otras vacunas, es que las personas vacunadas obtienen protección sin correr el riesgo de sufrir consecuencias potencialmente graves si se enferman a causa del COVID-19.
- Haga que los niños se vacunen contra el COVID-19 y ayude a protegerlos y evitar que se enfermen gravemente, sean hospitalizados o mueran.
Ayude a proteger a su hijo
La vacunación contra el COVID-19 es una herramienta importante para ayudar a proteger a todas las personas de 6 meses de edad o más del COVID-19 y sus complicaciones.
Hacer que los niños y adolescentes se vacunen contra el COVID-19 puede ayudar a evitar que se enfermen gravemente si se infectan por COVID-19. La vacunación de los niños también puede ayudar a que las familias se relajen ya que los niños pueden ir a la escuela y participar en programas de cuidados infantiles y otras actividades con mayor confianza.
El impacto del COVID-19 en niños y adolescentes
Como los adultos, los niños y adolescentes de todas las edades pueden:
- Enfermarse gravemente a causa del COVID-19
- Tener problemas de salud a corto y largo plazo
- Contagiar el COVID-19 a otras personas
No hay manera de saber con antelación cómo les afectará el COVID-19 a los niños y adolescentes. Aquellos que tienen afecciones subyacentes y otras condiciones o tienen un sistema inmunitario debilitado son más propensos a enfermarse gravemente a causa del COVID-19. Algunos ejemplos de las afecciones que pueden hacer que los niños sean más propensos a enfermarse gravemente a causa del COVID-19 incluyen:
- Asma o enfermedades pulmonares crónicas
- Diabetes
- Obesidad
- Enfermedad de células falciformes
Sin embargo, aquellos que no tienen afecciones subyacentes y otras condiciones también pueden enfermarse gravemente y ser hospitalizados. De hecho, aproximadamente 1 de cada 3 niños menores de 18 años hospitalizado a causa del COVID-19 no tiene afecciones subyacentes.
La vacunación ayuda a prevenir el síndrome inflamatorio multisistémico en niños (MIS-C) asociado al COVID-19
Los niños y adolescentes que se infectan por COVID-19 pueden presentar complicaciones graves como el síndrome inflamatorio multisistémico en niños (MIS-C). El MIS-C es una afección que provoca la inflamación de diferentes partes del cuerpo, como el corazón, los pulmones, los riñones, el cerebro, la piel, los ojos o los órganos del sistema gastrointestinal.
Desde el inicio de la pandemia, se notificaron miles de casos del MIS-C. Los niños de 5 a 11 años de edad suelen ser los más afectados por el MIS-C ya que casi la mitad de los casos notificados ocurre en niños de este grupo de edad. Además, los niños hispanos o latinos y los niños negros no hispanos se ven desproporcionadamente afectados por el MIS-C.
Los niños y adolescentes pueden tener problemas de salud en curso después del COVID-19
Después de una infección por el COVID-19, los niños y adolescentes también pueden experimentar una amplia variedad de problemas de salud nuevos, recurrentes o en curso. Incluyen complicaciones en la salud física y mental que pueden ocurrir después de cuatro semanas o más posteriores a la infección inicial. Estas complicaciones pueden surgir después de un caso leve o grave de COVID-19, o después del MIS-C.
Los síntomas que los niños y adolescentes pueden presentar después del COVID-19 son similares a los observados en los adultos e incluyen:
- Fatiga
- Tos
- Dolor muscular y en las articulaciones
- Dolor de cabeza
- Problemas para conciliar el sueño y dormir
- Dificultad para concentrarse
Los síntomas posteriores al COVID-19 pueden afectar la calidad de vida, como:
- Limitaciones en la actividad física
- Sensación de angustia por los síntomas
- Dificultades con la salud mental
- Ausentismo escolar o en guarderías
- Falta de participación en deportes, juegos y otras actividades