Una buena salud mental significa que puedes lidiar con el estrés diario y cumplir tus objetivos personales. Muchos factores, como el trauma, el estrés y los problemas para dormir, pueden afectar tu salud mental. Es posible que no puedas prevenir una afección de salud mental, pero puedes tomar medidas para proteger y mantener tu salud mental durante toda la vida.
¿Cómo afectan los alimentos y las bebidas a mi salud mental?
Lo que comes y lo que bebes puede tener un efecto directo en tus niveles de energía y en tu humor. Los investigadores creen que optar por alimentos saludables puede tener un efecto positivo en tu humor.
- Obtener el balance adecuado de nutrientes, entre ellos suficiente fibra y líquidos, puede ayudar a estabilizar tu humor. Los alimentos procesados y azucarados aumentan el azúcar en sangre y luego te hacen sentir más cansada e irritable cuando los niveles de azúcar en sangre disminuyen.
- Ciertos minerales y vitaminas pueden aliviar los síntomas de la depresión. Los expertos están investigando de qué manera la falta de algunos nutrientes se relaciona con la depresión en las madres primerizas. Entre estos nutrientes se encuentran el selenio, los ácidos grasos omega-3, el folato, la vitamina B12, el calcio, el hierro y el zinc.
- Beber demasiado alcohol puede generar problemas de salud mentales y físicos.
- Las bebidas con cafeína dificultan conciliar el sueño, lo que puede empeorar algunas afecciones de salud mental. Además, beber cafeína regularmente y dejar de hacerlo de repente puede provocar abstinencia a la cafeína, lo que te hará sentir más irritable y te causará dolores de cabeza. Evita las bebidas con cafeína 5 horas antes de ir a dormir.
Optar por alimentos nutritivos probablemente no cure una afección de salud mental, pero la alimentación saludable es una buena manera de comenzar a sentirte mejor. Pídele a tu médico o enfermera más información sobre los alimentos adecuados para mantener tu cuerpo y mente saludables. También puedes visitar uno de estos sitios para obtener planes de alimentación e ideas de recetas saludables y gratuitos:
- Recetas deliciosas y saludables para el corazón (versión en inglés) del Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU. (HHS)
- ¿Qué es cocinar? Bol de mezclas de la USDA del Departamento de Agricultura de los EE. UU.
- Come bien por $4 al día: bueno y económico (versión en inglés) por Leanne Brown
¿Cómo afecta la actividad física a mi salud mental?
La actividad física puede ayudar a tu salud mental de distintas formas:
- El ejercicio aeróbico puede mejorar tu humor. Tu cuerpo produce ciertos químicos, llamados endorfinas, durante y después de entrenar. Las endorfinas alivian el estrés y te hacen sentir más tranquila.
- Realizar actividad física durante el día puede ayudarte a conciliar el sueño en la noche.4 Crear una rutina puede ayudarte a estar motivada y tener el hábito de realizar actividad física regularmente.
- La actividad física puede ayudar a aliviar los síntomas de la depresión y la ansiedad.6 Los estudios demuestran que el ejercicio aeróbico regular mejora el humor y disminuye la ansiedad y la depresión.
- La actividad física puede ayudar a ralentizar o detener el aumento de peso, lo que es un efecto secundario común de algunos medicamentos utilizados para tratar afecciones de salud mental.
La actividad física regular puede beneficiar a tu salud a largo plazo. Estar activa a diario (al menos 30 minutos al día de actividad aeróbica de intensidad moderada, como la caminata a buen ritmo) ayuda a mantener tu salud. Todas las mujeres estadounidenses también deberían hacer ejercicios de fortalecimiento al menos 2 días a la semana para desarrollar y mantener los músculos.8 Es posible que tu médico o enfermera te recomiende hacer ejercicio además de tomar los medicamentos o recibir asesoramiento para las afecciones de salud mental.
Obtén más información sobre cómo mantenerte activa para estar saludable.
¿Cómo afectan los eventos traumáticos o negativos de la infancia a la salud mental?
Dos de cada 3 mujeres experimentaron al menos un evento negativo o traumático grave durante la infancia, lo que aumenta el riesgo de padecer problemas de salud en la adultez, entre ellos afecciones de salud mental.
- Los eventos traumáticos pueden incluir abuso físico o sexual, descuido, acoso, violencia por parte de vecinos, desastres naturales, terrorismo y guerra. Si bien muchas personas en los Estados Unidos experimentan al menos un evento traumático en su vida, la mayoría no sufre problemas a largo plazo en consecuencia.
- Los eventos negativos durante la infancia pueden incluir abuso (físico, emocional, verbal o sexual), descuido o un problema con un adulto en la casa, como por ejemplo ser testigo de violencia doméstica o que un cuidador vaya a prisión. Cuantos más eventos negativos hayas experimentado en la infancia, mayor es el riesgo de padecer un problema de salud grave en la adultez. Obtén más información sobre los eventos negativos (adversos) en la infancia.
Las mujeres son más propensas que los hombres a experimentar ciertos tipos de trauma, como el abuso sexual, y tienen mayor riesgo de desarrollar una afección de salud mental.
¿Qué otro factor puede afectar a mi salud mental?
Las afecciones de salud mental afectan a mujeres de cualquier raza y etnia. Sin embargo, tu entorno (dónde y cómo vives) puede tener un efecto en tu salud mental. Las mujeres que crecieron o viven en la pobreza en la adultez y las mujeres de una minoría sexual (por ejemplo, las que se identifican como lesbianas o bisexuales) son más propensas a experimentar afecciones de salud mental, como depresión.
- Algunos estudios demuestran que los niños que crecen en la pobreza tienen mayor riesgo de desarrollar ciertas afecciones de salud mental, entre ellas depresión y trastorno por estrés postraumático cuando son adultos.
- Los niños que son testigos de violencia doméstica (también denominada violencia de pareja) son más propensos a desarrollar afecciones de salud mental, como depresión y ansiedad, cuando son adultos. Conoce más sobre los efectos de la violencia doméstica en los niños.
- Las mujeres lesbianas y bisexuales tienen mayor riesgo de padecer cambios de humor y trastornos de ansiedad que las mujeres heterosexuales.
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