Quietud y encierro
El silencio cabalga soledades
como un alacrán baleando por tus zozobras
Se detiene en la mirada hueca
y sopla la estampa de la desventura
No alberga invitados
No redobla las sonajas
No violenta las cadenas
El silencio llueve borrascas
El silencio truena las estampidas
Sus tapias reverdecen a fuerza de gritos
El suelo brota a golpe de estallidos
El silencio resiste espejismos
(Hosca cabalgata
desarmando los ardores
del tiempo y la lluvia)
Silencio
zumbador resentido
por el universo centelleado
P.D. “Oye, hijo mío, el silencio.
Es un silencio ondulado,
un silencio,
donde resbalan valles y ecos
y que inclina las frentes
hacia el suelo”.
Federico García Lorca