Photo by Max Fischer from Pexels
No soy una experta en el sistema educativo español, solo hablo como madre, pero no hay que ser muy inteligente para darse cuenta de que el abandono escolar en España es debido a simples factores que parecen no ver o no quieren ver.
Lo que deberían plantearse es: ¿Ha cambiado en sí el sistema educativo en los últimos cuarenta años? Porque, sinceramente, no me vale que cada vez que entre en el poder un gobierno distinto, lo único que hagan sea cambiar el nombre de los ciclos educativos y, sin embargo, lo fundamental como el contenido y la forma de impartirlo sea como el de hace cuarenta años.
El que seamos uno de los países con más abandono escolar no quiere decir que seamos de los que menos estudian, todo lo contrario, quienes terminan los estudios se hallan más preparados que cualquiera de los jóvenes de otros países, porque aquí en España nos hacen estudiar de más, cada año los niños deben estudiar miles de datos, fechas, nombres y contenido que al día siguiente del examen olvidan, y cuando les preguntan simples datos de cultura general quedan como auténticos zoquetes porque no saben nada, sin embargo han estudiado la Edad Media, la Edad Moderna, a los visigodos, la Monarquía, la Revolución francesa, todas las guerras mundiales con sus correspondientes estrategias políticas, fechas y fases… ¿Estáis ya agotados mentalmente? Pues imaginad tener que meteros toda esa información para luego escupirla en un examen y ser valorados por como os salga ese examen.
Por mucho que los profesores se esfuercen, la culpa no es de ellos, es de lo que se impone que deben cubrir los niños en cada trimestre, ellos deben ajustar los trimestres de tal forma que toda esa burrada de información les entre en esas cabecitas saturadas con física y química, biología, historia, literatura, inglés, francés, cultura clásica, matemáticas… y luego vienen las asignaturas que supuestamente deben ser para darles un respiro pero que al estar dentro del temario, deben aprobar como cualquier otra asignatura, por lo que si a un niño no se le da bien la música, la tecnología, dibujo técnico o religión…Pues se siente, es lo que hay.
Hasta ahora solo he hecho críticas, pero ahora tocan ideas, simples y lógicas ideas y soluciones que cualquier padre piensa, pero al que nadie escucha. Hoy espero ser la voz de muchos padres que piensan lo mismo que yo.
La solución no está en permitir que pasen de curso con más asignaturas, la solución está en cambiar totalmente los libros, suprimir la mitad de la materia y dejar solo los datos esenciales, esos datos importantes que nunca olviden. Tened en cuenta que hace cuarenta años no existía internet y todo debía encontrarse en los libros, pero hoy en día, cualquier información que se necesite se halla en internet, ¿de veras pensáis que sirve de mucho aprender toda esa información que contienen los libros de texto para después olvidarla?
Después de cambiar los libros de texto, me ocuparía de la forma de enseñar a los niños, formaría continuamente a los profesores para que enseñen a los niños de una forma más dinámica. Los profesores son el eslabón que une al niño con la educación, ellos ocupan el lugar más importante en el desarrollo de nuestros hijos porque de ellos depende que nuestros hijos amen una asignatura o terminen odiándola.
Por otro lado, los niños deberían llevar la materia tan machacada en clase que les sea muy fácil su repaso en casa, lo que no pueden perder es su vida como la están perdiendo, desde las ocho de la mañana hasta la noche estudiando, eso sin contar con los que no han desistido ya y asumen que no van a llegar muy lejos porque las notas los han convencido de ello.
Y, por último, a pesar de aún no haberse percatado del problema que causa el acoso escolar en los niños, les puedo asegurar que ese puede pasar a uno de los primeros motivos de abandono escolar. No os imagináis el daño sicológico que puede sufrir un niño cada vez que se ríen de él, lo desprecian o ridiculizan.
Hace falta radicar todo eso y no mirar hacia otro lado, no esperéis que ellos lo digan, tienen miedo a que su situación empeore, los que deben darse cuenta son los profesores y los padres. Nunca digáis “son cosas de niños”
Ahí tenéis soluciones de una simple madre, tomadlas o tiradlas a la basura como soléis hacer.