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viernes, diciembre 1, 2023

Miedo a emplear la palabra dictadura

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Jose Luis Ortiz Guell
Jose Luis Ortiz Guell
Soy un escritor y columnista internacional de el periódico El Querendon de Pereira de Colombia, igualmente de la Revista de difusión cultural española On Stop, en la que además soy Relaciones Publicas de la misma y he entrevistado entre otros a personajes internacionales como ( Charles Aznavour, Woody Allen, Costa Gavras, Sharon Stone, Robert de Niro, Jane Seymour, Morgan Freeman, Monica Bellucci, etc..) personajes españoles de prestigio así como a personajes latinos de importancia como Gabriela Franco, Yared Ayala, Wilson Rogelio, Elias Mondragón, etc... Escribo habitualmente en el Sol Tv de Colombia, la Comarca de Puertollano de España, Contraposición.org (España), el Sol de las Américas (Republica Dominicana), la revista cultural Ikaro y eventualmente en otras publicaciones de Panama, Mexico y Costa Rica. Pendiente de la publicación de una segunda novela en breve. He escrito varias obras de teatro, y un guión de cine de una de las mismas.

Uno de cada tres habitantes del planeta vive bajo una dictadura o para ser mas específico si cabe, 2.000 millones de ciudadanos en todo el mundo y si se cuenta por países en 55 .
¿Dónde han quedado esos tiempos del 68 en los que la palabra LIBERTAD y DEMOCRACIA eran la bandera del mundo?.
Ahora hasta los mismos gobiernos emplean, gracias a la riqueza del castellano, diferentes términos para no referirse a ella, desde “países no democráticos”, pasando por “países de dudosa calidad democrática” y un extenso sin fin de expresiones similares.
No entiendo, bueno si, pero me niego a comprender tal actitud. Muchos alegarán cientos de razones, no sólo coherentes, sino justificativas de tales acciones pero lo cierto es que no es más que una vil cobardía y la más obscena imagen de hipocresía a niveles de gobiernos en un mundo global y , supuestamente, solidario. ¿Acaso aquellos que nos representan son tan cobardes, tan oportunistas y tienen tan pocas , no sólo entraña, sino valentía para reconocerlo? Si es así ¿Que se puede espera de ellos? Tanto si están gobernando, o bien si su “ trabajo” , lo hacen desde las diferentes oposiciones.
No olvidemos que desde que en la Revolución Francesa, los ciudadanos se levantaron clamorosos con el lema “LIBERTAD, IGUALDAD Y FRATERNIDAD”, fue un antes y un después en la historia.
No ignoremos el poder de la palabra que puede derribar los muros más gruesos y fortificados de las diferentes “prisiones” y su capacidad para transformar el mundo y mejorarlo, y eso quiero que hoy sean ellas, las armas para golpear sin piedad todas aquellas conciencias adormecidas, algunas aburguesadas y paralizadas.
Busco ciertamente no sólo denunciar esta cobardía, sino provocar en lo más profundo de la esencia del ser humano para que reaccione y de una vez por todas retomemos ese espíritu que una vez en 1968 en el mundo removió sus cimientos y que ahora es preciso resucitar y si ahora los que nos representan en este mundo global, sean nuestras conciencias y nuestras acciones de protesta , desde la legalidad y con todas nuestras posibilidades, para no sólo hacerles ver su error, sino hacer que dejen esos puestos de tanta responsabilidad que son incapaces o al menos no se merecen ocupar.
Es el momento de una vez por todas que en este mundo global se termine con la mediocridad y que aquellos que nos representen y que nos defiendan como ciudadanos, en el mundo sean lo que tienen que ser, defensores de la verdad , de la libertad y verdaderos políticos con el valor de defender , el mejor sistema que hasta ahora ha existido, aunque no sea perfecto como es la democracia.
Este artículo, no habla de colores, ni de partidos y lo escribo de forma global. Soy consciente que seré criticado por muchos, pero ya lo he comentado anteriormente; no busco palabras complacientes sino provocar y como efecto la reacción de los sedados en esta sociedad que tantos adelantos nos ofrece.
Y retomando la bandera de la “LIBERTAD, FRATERNIDAD E IGUALDAD” le añado la palabra “VALENTIA”, de palabra y obra .

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