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viernes, diciembre 1, 2023

Exilio y Ausencia. Dellair Youssef desde Berlin

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Margarita Dager-Uscocovich
Margarita Dager-Uscocovichhttp://www.margaritardager.com/
I was born on October 31, 1967 in the beautiful city of Guayaquil in Ecuador, and I have loved writing since I was a little girl. I started writing for the school newspaper when I was twelve years old, and then in 1983 I became the editor of the Urdesa High school Newspaper. Having parents from two different cultural backgrounds (Lebanese father and Spanish-Portuguese mother) as well as having lived in various countries in Europe and the Americas, have given me a broad perspective in many different areas of life; it has allowed me to communicate my emotions to a varying audience through my writing. Although I have never published professionally, I have contributed editorials to Mundo Latino, a local Charlotte newspaper, and my poetry has been part of Arte Latino Now exhibitions as well as in the El Quijote Festival. I have also been a finalist in several international literary competitions including Certamen de Poesia de Valores Humanos and Certamen de Poesia Mujeres Extraordinarias sponsored by Letras Como Espada (Toledo, Spain); Certamen de Poesia LLuvia de Letras, Certamen de Micro Relato de Terror y Fantasia sponsored by Ediciones de Letras and the VII Certamen de Literatura (Buenos Aires, Argentina) 2016. In the future, I hope to be able to publish my novel as well as a book of poetry.

La columna de la Cenicienta del 305 tendrá un giro en esta semana, y es que vamos a darle la bienvenida a un talentoso escritor y director de cine  Sirio, nacido en Damasco y residente en Berlín, quien con su amabilidad y sencillez nos permitió conocer un poco de él y de su trabajo en un plano más personal.

A dos días del homenaje que se hace en el mes de junio a los refugiados, he querido invitar a todos ustedes, a que conozcan a la comunidad siria. Una comunidad que tiene un lugar especial en mi corazón y a la que también describo a través de mi libro por su fortaleza, su esperanza , su fe y por todos sus talentos.

Este conglomerado de personas sirias de todas las edades, cuya condición de vida en la actualidad tiene un mensaje muy importante: “Somos una comunidad de esperanza, somos una comunidad que necesita de concientización y, somos una comunidad que tiene que aprovechar las oportunidades para encontrarse, para hacer la diferencia en el nuevo país que nos acoge”,  son parte de nuestra vida diaria, camina con nosotros las mismas calles, va al supermercado de nuestro barrio o nos sentamos con ellos en el metro. Vayas a donde vayas, ella nos lleva a donde nunca hemos llegado hasta ahora, nos lleva hacia la resiliencia, porque por medio de ella logramos la felicidad.

Hoy, quiero presentarme a ustedes de una manera más humana, menos egoísta, menos soberbia, deseando que este humilde artículo los eduque y los lleve a entender que la empatía y el respeto son caminos que debemos recorrer. El artículo se escribe bajo la premisa de descubrimiento, de tolerancia y de admiración a un artista que llevo siguiendo desde el 2014. Deseo que conozcan la realidad de otros, no para tener pena de los que viven en condiciones precarias todavía, sino porque considero que mi propósito es sembrar la empatía y la admiración. Pero sobre todo sembrar la semilla de liberación de prioridades.  Es decir, si deseamos tanto algo, lo podemos lograr sin importar el tiempo o el espacio donde nos ha tocado emprender una nueva aventura de vida.

Decidí contactar a Dellair Youssef después de que asistí  a la exhibición de “ We see Heaven upside Down “ que tenía como enfoque mostrar a la ciudad  de Charlotte  a siete artistas visuales y un cineasta, en este caso Dellair,  y sus historias de migración, de desplazamiento, identidad y de hogar expresadas con su arte. Todas las obras presentadas en la galería Elder nos proveyeron a los visitantes sentimientos de alegría, de tristeza y nos arrastraron impacientes a conocer los diferentes estilos de vida, de pensamiento.  Los colores, la energía, la urgencia y la crudeza de las obras me conmovieron por su belleza. Sin embargo, mi interés se volcó al cien por el film corto Nediyari/Exile.

Dentro de una instalación que simulaba una tienda de campaña como las que vez en las películas, donde los campos de refugiados se levantan, empecé a lágrima viva a experimentar   un sentimiento de soledad aniquilante.  El film tiene una duración de 14: 58 minutos.  La crudeza, los momentos de urgencia y la esencia de la transición de una vida a otra, me caló hasta los huesos. El film habla sobre el exilio, de lo que implica en una sociedad el sentirse desplazado, el donde ser asilado es experimentar la ausencia interna, la cual es más fuerte que la ausencia física. Esta ausencia es el ojo en el huracán, es la que hace mella en el interior del ser humano.

El film tiene tres niveles en donde su productor y director habla de su experiencia personal, de lo que la ausencia significa para él, de cómo tuvo que enfrentarse a la detención, al desplazamiento y luego a vivir una vida en el exilio, lejos de su hogar en un campo de refugiados en Alemania. Los niveles de descripción de ausencia en el film es desgarradora y a la vez emotiva, porque nosotros que lo tenemos todo , vivimos erráticamente , sin importar lo que nos rodea o simplemente existiendo sin considerar lo que es vivir en soledad .Pero no  es la soledad del cuerpo la que más importa en este caso a mi manera de percibir el film y sentir su contenido, sino la soledad del alma, donde las metas y las aspiraciones se convierten en una proyección penosa de lo que queríamos ser cuando vivíamos en la tierra que nos vio nacer. Asimismo, nos muestra que aunque tengamos años desangrándonos por la brutalidad evidenciada de la guerra, en un espacio árido y derrumbado que nos causa grima, somos seres que podemos trabajar por nuestros sueños navegando hacia un mundo nuevo promoviendo las oportunidades, siempre y cuando se nos brinde una también.

Quiero concluir esta nota mencionando que, la magnitud de destrucción que la guerra siria ha provocado, ha hecho que los mismos sirios se sientan en una prisión oscura y horrenda. Dellair con su film Nediyari/Exile, nos explica de una manera sencilla y dramática una emergencia humanitaria de gran escala.

Para mi, Dellair  es el retrato de la nueva siria, de lo que están viviendo los exiliados que toman ventajas de las oportunidades que se te presentan y trabajarlas para un bien común, porque para él como para los demás, el ser refugiado no es una elección.   Aseguro que este joven escritor y cineasta tendrá un futuro prometedor porque es constante y aguerrido. Él se ha preparado para proteger, denunciar y ser el guardián de sus ideales por medio   de sus obras en exhibiciones.  Dellair Youssef le muestra al mundo la naturaleza pura de olores y colores que se quedan en la piel y, que repercuten en las poblaciones nacionales y extranjeras.  Sus aventuras no se quedan en la memoria de este talentoso artista,  mas bien las plasma en sus filmaciones y su arte se queda en cada uno de nosotros, porque la pasión del hombre es el idioma que abre las conciencias por medio de la sensibilidad de las palabras y de las imágenes. 

Y esta sensibilidad con la que Dios dotó a Youssef lo hizo grande ante nuestros ojos.  Sus experiencias personales le permitieron compartir conmigo su concepto personal sobre la vida.

Para este Damasceno el arte no cambia el mundo, las personas lo cambian. En nuestro intercambio de mensajes respondió a una de mis preguntas, acotando que el arte no detiene las guerras ni la cantidad de muertos asesinados por metrallas o bombas. Lo que si sostiene, es que el arte puede ejercer un efecto positivo o negativo en las personas. Esta respuesta les puede parecer estúpida a algunos lectores, pero es la realidad. El arte es un recurso que le permite al ser humano expresar ideas, emociones y sensaciones. Es una percepción, es la forma en que se puede contribuir.  Puedo decir sin miedo a equivocarme que para Dellair Yousseff, el arte es una bendición y una maldición de la cual él saca lo mejor de cada una para crear una visión sensible con definiciones claras y sonoras.

Con estas letras, he querido dar a conocer a nuestros lectores lo que nuestras comunidades tienen en común. Tenemos en común la guerra, los desplazamientos, los sueños, la patria, las memorias, la esperanza, las historias y los cuentos escritos, a veces con sangre y a pulso.

Deseo desde aquí darle las gracias a Dellair  por permitirnos explorar su arte y conocer sus proyectos. Desde Charlotte, North Carolina nuestra Revista Latina NC le augura éxitos siempre y, que su nuevo libro deleite tanto como lo hizo “Stories  from this Time” en Beirut en el 2014.

NOTA:  Pueden encontrar la biografía de Dellair Youssef en la plataforma digital  www.meetthesyrians.com cuyos trabajos independientes de artistas sirios les permite darse a conocer por sus actividades culturales que envuelven diferentes géneros artísticos que van desde la fotografía, la música, el teatro y el arte visual, entre otros.  Para conocer más sobre las producciones fílmicas de Dellair Youssef y notas de su blog,  directamente desde su página web www.dellair-youssef.com, vimeo.com/dellair o seguirlo en twitter a dellair_youssef.

Margarita Dager-Uscocovich

“En tiempo como estos necesitamos
el uno del otro, porque cuando te duele
el alma, el cuerpo tambien duele”
-Mitra Amore-
IG:  m.r.dager
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